“No tengo ningún deseo de retirarme. Amo lo que hago y hago lo que amo. Estoy en forma, tengo una cabellera poblada y puedo correr 100 metros en 18 segundos”. Esas fueron las palabras con las que sir Rod Stewart despedía el 2024 y le daba la bienvenida a un 2025 que lo tendrá arriba de varios escenarios. El cantante, uno de los artistas que más discos ha vendido en el mundo (250 millones), llega hoy a los 80 años en plena actividad.
Dueño de una voz ronca inconfundible, el artista,conocido por títulos como “Da ya think I’m sexy?” (¿Crees que soy sexy?) tiene programados cuatro conciertos en el famoso Caesars Palace de la ciudad estadounidense de Las Vegas, entre el 21 y el 31 de marzo. Y, además, a finales de junio actuará en el festival de Glastonbury, en el suroeste de Inglaterra, donde ya fue cabeza de cartel en 2002.
Pese a que no tiene intención de abandonar su carrera musical, en noviembre anunció su decisión de suspender “las grandes giras mundiales” a finales de 2025, tras sus conciertos en Europa y Norteamérica.
“Rod seguirá cantando hasta el día en que caiga. Ama lo que hace y su público todavía lo adora”, explica a la AFP Richard Houghton, que escribió un libro sobre Faces, una de las bandas a las que perteneció.
Su fama mundial llegó con aquella canción, “Da ya think I’m sexy?”, que salió al mercado en 1978, de su noveno álbum “Blondes have more fun”.
Desde entonces, no ha parado de sacar discos, publicando el último de sus álbumes, “Swingfiebre”, en febrero de 2024.
“Tiene posiblemente la voz más distintiva de la música rock, con un sonido áspero que está impregnado de soul y ryhtm and blues”, explica Houghton. “Sabes que es Rod tan pronto como su voz sale de tu radio”.
Con motivo de su cumpleaños, Stewart ha hablado con varios medios locales sobre la mortalidad. En este sentido, el artista ha asegurado que no tiene miedo a la muerte y planea seguir por aquí “otros 15 años más”.
Tras haber superado a lo largo de su vida dos cánceres -de próstata y tiroides-, siente ahora que “sus días están contados” y es mucho más consciente de su salud que nunca.
Roderick David Stewart, su nombre completo, nació en Londres, en plena Segunda Guerra Mundial, siendo el único que no nació en Glasgow entre los cinco hermanos de un matrimonio de un escocés y una inglesa.
El día de su nacimiento, el 10 de enero de 1945, en el norte de la capital británica, se produjo una explosión de un misil V2 alemán. “Siempre pensé que era muy afortunado al escapar de esa bomba que cayó al lado de mi casa”, dijo.
Su ascendencia paterna ha hecho que en el fútbol, su otra gran pasión junto a la música, sea hincha del Celtic de Glasgow y de la selección escocesa.
Su padre quería que fuera futbolista profesional. En 1960 hizo una prueba con el Brentford FC, un equipo londinense que estaba en la tercera división por aquel entonces y que ahora está en la Premier League inglesa.
En su biografía, Stewart confirmó que nunca lo llamaron después de la prueba. “La vida de músico es mucho más fácil porque te puedes emborrachar y hacer canciones, y no podrías hacer eso siendo futbolista”, comentó.
Si con 15 años hizo esa prueba para el Brentford, con 14, en 1959, su padre le regaló una guitarra. Stewart hizo sus primeros pasos musicales con 20 años con un cantante de folk, Wizz Jones. Juntos recorrieron Europa en 1965, durmiendo bajo los puentes del Sena, en París.
En los años 1970, después de haber estado entre 1967 y 1969 en el grupo Jeff Beck, y después en Faces, entre 1969 y 1975, lanzó algunos éxitos como solista, como “Sailing”, “Tonight I’m yours” o “Baby”. Jane”, antes del famoso “¿Crees que soy sexy?”.
En total, ha publicado más de 50 álbumes, entre los grabados en estudio, en directo o recopilatorios. Además de la música, se hizo famoso por sus desventuras amorosas: estuvo casado en tres ocasiones y tiene ocho hijos.
El cantante ha conseguido que sus hijos, como su padre hizo con él, heredaran la pasión por el Celtic de Glasgow y la selección escocesa.
Compartir